Carla Estamatti DG

Cuando piensas en publicitar tus productos o servicios seguramente te preguntarás:
¿Puedo hacerlo yo mismo o debo contratar a un diseñador gráfico que lo realice?

Veamos la diferencia
Antes que nada, vamos a definir qué hace un diseñador gráfico.
Hablamos de un profesional creativo, que requiere de conocimientos y habilidades para comunicar un mensaje de manera clara, atractiva, genera confianza y brinda resultados para conquistar al público con buenas ideas.

Por otro lado, hoy en día existen infinidad de tutoriales y aplicaciones gratuitas en internet que nos facilitan información y «formación» básica para realizar nosotros mismos los diseños.
Sin embargo, hay que evaluar qué vale más la pena…

Al trabajar con un diseñador gráfico:
• Alguien que conoce la materia, sabe cómo utilizar las herramientas necesarias y tiene experiencia en los procesos creativos, por eso ahorrarás tiempo y obtendrás los resultados que necesitas rápida y correctamente para enfocarte plenamente en tu negocio.

• Hay otros aspectos más técnicos de acuerdo a cada pieza de diseño, ya que no es lo mismo preparar un archivo final para imprenta, que diseñar para las redes sociales y una pequeña falla puede hacer que tu pieza no se vea correctamente o cometer gastos innecesarios o hacer poco efectivo tu mensaje.

• Cuando no sepas por dónde empezar o qué hacer, un diseñador puede convertirse en tu mejor aliado, te sabrá aconsejar, te dará ideas, sabrá asesorarte en resolver cualquier duda y mejorar tus ventas.

• Recuerda que la primera impresión es la que cuenta.
Por eso, un diseñador sabrá representar tanto la imagen de tu marca, dando a cada detalle de tus diseños el valor que se merece, como también conquistar a tu público a primera vista.

• A veces, cuando uno decide hacer sus propios diseños, puede cometer algunas fallas al observar que no siguen un lineamiento gráfico coherente. Si bien cada pieza es diferente, en su conjunto deben ser parte de una misma unidad, la que identifica a la marca y esto la hace que reconocible.

OLVÍDATE DE TODO
Si cuentas con el respaldo de un diseñador, tu única preocupación será transmitirle lo que necesitas.
No tendrás que buscar imágenes, aplicaciones o imprentas, ni preocuparte por inconvenientes técnicos o contratiempos. El será quien se encargará de que todo esté en orden, notarás muy pronto que todo marcha a su ritmo, verás mejores resultados y eso se traducirá en mayores ventas.

Así, tu diseño estará en tiempo y forma, y la tranquilidad mental de tener todo cubierto merecerá la pena.

Para reflexionar… si tuvieras un problema en casa, ¿lo arreglarías tú mismo o llamarías a un especialista?
Quizás podrías solucionarlo, pero te costaría más tiempo y esfuerzo que a un especializado en la materia y, probablemente, no obtendrías un resultado óptimo. Con el diseño ocurre lo mismo.

En definitiva, como dice el dicho: lo bien hecho, bien parece. 😉

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